Mojito

Vale, hasta dentro de un par de semanas no dejamos atrás el verano… Pero cuando llega septiembre, los pocos días que nos quedan de él son como la antesala del jersey de cuello vuelto. Aunque queden tardes de playa y noches de cervecitas, inevitablemente ya hemos cambiado el «chip» (quédense fuera de esta afirmación todos aquellos privilegiados tardíos que empiezan sus vacaciones ahora… ¡La playa es vuestra!)

La semana pasada ya me fui despidiendo de la sombrilla, pero esta aún tengo que despedirme de algo tremendamente importante para mi. Algo sin que mis veranos no serían lo mismo, tendrían, ¿cómo decirlo? Mmm, otro sabor. Estoy hablando de los «Mojitos». Si en verano podría vivir de comer salmorejo y helado de menta y chocolate (eso es otra historia que ya os contaré…) también podría vivir de beber sólo Mojitos. Ni siquiera sé porqué cuando me siento en una terracita y/o chiringuito pido la carta de cocktails, si siempre acabo pidiendo lo mismo. Mojito, y a ser posible moreno, de ron negro (tiquismiquis, o como queráis llamarme) Mis mejores historias veraniegas vienen acompañadas de un Mojito en la mano. Cupido me lanzó sus flechas en forma de cocktail… ¡Y sigo cayendo en sus redes!

 

Pero, ¿sabíais que tomar un Mojito no fue siempre «agradable»?  Mucho antes de que Hemingway lo tomase en la «Bodeguita del Medio» en La Habana, y lo hiciese famoso, mucho antes fue una especie de medicamento que se les daba a los marineros en sus largas travesías. La diferencia es que en vez de usar ron, eso vino después, usaban un aguardiente de muy baja calidad diluido en agua, donde el alcohol aportaba calor, el agua lo hacía mas llevadero y al mezclarlo con el limón y la menta, prevenían el escorbuto y el mal aliento, a la par que hacerlo más llevadero de tomar… (dista mucho de mi idea de Mojito perfecto viendo una puesta de sol en la playa totalmente a gusto en mi hamaca). Con el paso de los años, el aguardiente se fue sustituyendo por el ron y empezamos a cogerle el gustillo, hasta el punto de ser uno de los cocktails más internacionales a día de hoy.FullSizeRender (1)

¿Es difícil preparar un Mojito? ¿Llevan ron blanco o negro? ¿Azúcar blanquilla o de caña? ¿Hierbabuena o menta? ¿Limón o lima? Señores, aunque el original lleva ron blanco, azucar blanquilla, hierbabuena y limón, para gustos los colores y variantes. Mientras que no sea un preparado de esos que venden en botellas (eso sería como si en un restaurante nos pusieran gazpacho de bote o paella precocinada…), cualquier opción con un mínimo de cariño, para mi es válida. En este post voy a enseñaros cómo lo hago yo, a mi gusto y como le tocan las palmas en mi casa. ¡Espero que a vosotros también!

¡Vamos allá!

Ingredientes:

  • Ron negro
  • Hielo picado
  • Hojas de hierbabuena
  • Azúcar moreno de caña
  • Agua con gas
  • Limas
  • Un poquito de «sabrosura» (ups!! Eso se ha colado, pero también es indispensable)

 

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Ramitas de hierbabuena y menta en flor

 

  1. Lo primero que vamos a hacer es buscar un vaso ancho de unos 400 ml y yo los preparo uno a uno.
  2. Vamos a cortar las limas en cuartos, y en cada vaso vamos a poner 4 cuartos de lima.IMG_2094
  3. Añadimos unas hojitas de hierbabuena (con un par de ramitas estaría bien), y una cucharada sopera de azúcar moreno de caña.IMG_2098
  4. Con un macerador de cocktails o el mazo de un mortero, vamos a aplastar los tres ingredientes en el fondo del vaso hasta que la lima y la hierbabuena suelten su jugo. Si dejamos macerando esta mezcla un ratito el sabor será más intenso, si eres un ansia viva como yo, podemos seguir.
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    Macerador de cocktails y exprimidor manual. También podéis exprimir un poco de zumo de lima y añadirle otros trozos enteros.

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    Yo prefiero usar el macerador.
  5. Llenamos el vaso prácticamente entero con hielo picado y a continuación echamos un chorrito de ron, eso va al gusto, pero con la parte grande de un medidor de licores, unos 30 ml, tendríamos más que suficiente (el caso es que sea agradable y refrescante).IMG_2106
  6. El resto del vaso lo vamos a rellenar de agua con gas. Si eres muy goloso, puedes rellenar mitad de agua con gas y mitad de un refresco de lima.
  7. Adornamos el vaso con una ramita de hierbabuena y ya podemos disfrutar de él.FullSizeRender

Yo voy a aprovechar los últimos coletazos del verano este fin de semana y os aseguro que algún Mojito caerá.

Y vosotros, ¿vais a caer en la tentación?

Nos vemos prontito.

Ana.

 

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