¡Hola a todos!
Firmemente creo que hay dos tipos de recetas: las que llevas dándoles vueltas una semana, que si comprando ingredientes, que si calculando los tiempos para organizarte… Y después están esas recetas «salvavidas» o mejor dicho «salvameriendas» (como ha sido en este caso) que sabes que vas a tener todos los ingredientes en la despensa (siempre y cuando tengamos un «kit de supervivencia») y que para lo resultonas que son, se hacen en un abrir y cerrar de ojos.
Pues la receta que os traigo hoy es de las segundas. Fácil, rica y siempre es un acierto seguro. Y aunque esta vez no ha sido un «salvameriendas», si fueron unas ganas locas de estrenar el nuevo molde de Nordic Ware, jurjurjur… ¡El espléndido Heritage Loaf Pan estaba en mis manos! Después de mucho decidirme y esperar, por fin conseguí traerlos para venderlos en mi tienda (si no sabéis cual es, aquí os dejo el enlace de facebook), ¿Y para quién fue el primer molde? ¡Pues para mi madre! Pero lo probé yo antes que ella…Eso sí, en su casa. Ya sabéis eso del #ansiaviva…
Molde en mano, limpito y listo para usar… Pero, ¿qué hago? Tras echar un ojito su despensa y ver que, en comparación con la mía sólo tenía lo básico y no las semillas de diente de dragón, el pelo rosa de la cabellera de un unicornio, ¡ni siquiera las hojas del árbol milenario de la eterna paciencia! Mis posibilidades se redujeron considerablemente obligándome a hacer una receta de esas de toda la vida, de las de mojar en el café y repetir. Y repetir.
Me acordé entonces de las chicas del blog de I Love Bundt Cakes, que a parte de usar este tipo de moldes, tienen recetas fáciles, riquísimas y de esas que como he dicho antes, nunca fallan (¡a parte de que tengan un blog precioso!)
Y la receta elegida fue un bizcocho de miel y limón, o como lo llaman ellas un «cake», la cual he adaptado un poquito, pero si queréis ver la receta original, éste es el enlace. Y la mía es la siquiente:
Ingredientes:
- 3 huevos
- 160 gr de azúcar
- 70 gr de miel
- 70 gr de aceite de girasol
- 125 gr de yogur de limón
- 80 ml de zumo de limón
- 10 gr de levadura
- 240 gr de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Ralladura de un limón
Para el glaseado he usado:
- 150 gr de azúcar glass
- 2 cucharaditas de miel
- Zumo de limón hasta que obtengamos una consistencia espesita, pero que podamos verter
¡Manos a la obra!
1.- Lo primero de todo, (o lo que como deje para lo último siempre se me olvida…) es engrasar el molde. Con un spray desmoldante o sino tenéis con un papel de cocina suave engrasado levemente en aceite, lo preparamos. Precalentamos a su vez el horno a 170ºC con calor arriba y abajo.
2.- Con ayuda de una amasadora o brazo eléctrico mezclamos los huevos con la miel, el azúcar y la ralladura del limón. Batimos unos 8-10 minutos hasta que doble su volumen y adquiera un color amarillo pastel.
3.- Agregamos el yogurt y el zumo de limón.
4.- Poco a poco vamos añadiendo el aceite batiendo a baja velocidad o haciéndolo a mano.
5.- Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato y agregamos mezclando bien para que todo quede homogéneo.
6.- Vertemos la masa en el molde e introducimos en el horno. 40 minutitos a 180ºC, aunque yo no le quito ojo y si empieza a adquirir consistencia y un tono doradito caribeño, pincho con un palito para comprobar.
7.- Una vez templado, desmoldamos y dejamos enfriar. (¡No lo toques y déjalo enfriar que aún queda lo mejor, nada de quitar un trocito!)
¡Ahora vamos a por el glaseado!
1.- En un bol agrega el azúcar glas y la miel, remueve hasta que te quede hecho una masa.
2.- Ve agregando poco a poco zumo de limón hasta que la consistencia sea líquida pero espesa.
3.- Cuando el bizcocho esté frío y lo vayas a servir, derrama por encima «descuidadamente pero con arte» el glaseado… Y ahora sí, ¡a disfrutar!
Espero que os haya gustado la receta de hoy.
¡Nos vemos prontito!
Ana.